En algunos casos, podemos llegar a cuestionarnos si, teniendo préstamos y tarjetas de crédito con intereses por pagar, tiene sentido que el “dinero sobrante” lo destinemos al ahorro personal, en lugar de para pagar dichas deudas mensualmente. Tu lado más financiero te dice que gastes dichos ahorros para acelerar el pago de las deudas contraídas por préstamos. Pero hay mucho más…
Ahorrar nos hace felices
El simple hecho de poder ahorrar estimula nuestra mente como cuando realizamos una buena acción. Nuestra mente detecta que estamos actuando correctamente y eso nos llena de dicha. Si tienes un fondo de ahorros significa que estás construyendo tu futuro. Esto, inconscientemente, hace que tengamos la mente más relajada y disfrutemos de una vida financiera mucho menos estresante. Por lo cual, ¿deberíamos dejar de ahorrar solo por el hecho de tener deudas aplazadas mensualmente?
Las deudas son como otro gasto del hogar
Esta premisa puede servirnos para estar tranquilos mentalmente y ver las cosas desde otro punto de vista. Si consideramos que los préstamos que estamos pagando son una simple factura como las que nos llega mensualmente con gastos comunes del hogar, ya sea la factura de la luz, del teléfono o el seguro del coche, ese pago de deuda que realizamos se traduce en un gasto más que debemos ir pagando cada mes, sin que suponga realmente un número negativo en nuestro poder adquisitivo.
Paga deudas, aumenta tus ahorros
Siempre que tengas la oportunidad de hacerlo, ahorrar es un acto financiero que te ayudará personal y económicamente. No dejes de pagar tus deudas, pero si te sobra un margen de dinero, no trates de afrontar más pagos de los que te corresponde y destínalo a incrementar tu fondo de ahorros. Continúa pagando tus tarjetas de crédito y tus préstamos, pero conviértete en tu propio acreedor creando una cuenta de ahorros en la que, con el tiempo, tendrás la ayuda financiera que necesites.